No hubo sorpresas. Los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Halcones Marinos de Seattle, se enfrentarán por primera vez en su historia en un partido de Super Bowl y será en el cuadragésimo noveno en la historia de la NFL que tendrá como escenario el estadio de la Universidad de Phoenix, de Glendale (Arizona).
Después de lo visto toda la temporada regular y los pléiofs con las respectivas finales de conferencia, nadie cuestiona que al mayor espectáculo deportivo del año, en Estados Unidos, llegaron los dos equipos más fuertes que hay actualmente en la NFL.
Los Patriotas conquistaron el título de la Conferencia Americana (AFC) de manera contundente y arrolladora al ganar por paliza de 45-7 a los Potros de Indianápolis, la segunda mayor anotación en la historia de la final.
Por su parte los Halcones Marinos tuvieron que ir a tiempo extra y estar al borde de la derrota antes de completar la remontada para vencer 28-22 a los Empacadores de Green Bay por el título de la Conferencia Nacional (NFC).
Pero al final, los Halcones Marinos, que defendían el título de la NFC y también harán lo propio en el Súper Bowl, mostraron que son unos campeones auténticos, que saben reaccionar, que nunca se dan por vencidos y que como reconoció el entrenador en jefe de los Empacadores, Mike McCarthy, en la recta final del partido siempre hicieron las jugadas decisivas.
Seattle dio una lección de lo que debe ser un campeón defensor, luchar hasta el último segundo, y por eso pudieron superar una desventaja de 0-16 que tenían en la primera parte, la mayor en la historia de la (NFL).
Lo anterior ya es historia, y ahora el objetivo de los Patriotas y de los Halcones Marinos es centrar de nuevo todas sus energías en lo que será un duelo inédito dentro de la competición del Súper Tazón, entre la dinastía más dominante de los últimos 15 años y el equipo que quiere seguir sus pases al ser el primero desde la temporada del 2004 que revalide el título de campeón.
¿DINASTÍA EN PUERTA?
El mismo que querrá arrebatarle los Patriotas que buscarán el cuarto de su historia bajó la dirección del mariscal de campo Tom Brady y el entrenador en jefe Bill Belichick, que llegan al sexto Súper Bowl desde la temporada del 2000 cuando ambos comenzaron su carrera de Salón de la Fama, pero con las frustraciones de las derrotas sufridas en las temporadas del 2007 y 2011.
Brady, de 37 años, que durante el partido ante los Potross batió otra marca de ser el mejor pasador de la NFL en la fase final, al superar a Peyton Manning, trata de convertirse en el tercero en la historia en ganar cuatro anillos de Súper Bowl y unirse a los inmortales Joe Montana, su ídolo de infancia, y Terry Bradshaw.
Mientras que Belichick, el entrenador con más triunfos (21) en la fase final de la NFL al superar al legendario Tom Landry (20), quiere poner broche de oro a una carrera de éxitos permanentes que le han hecho merecedor a ser considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos.
Enfrente tendrán a un equipo joven bajo la dirección del entrenador en jefe Pete Carroll, el mismo al que los Patriots echaron al concluir la temporada de 1999 para que su puesto fuese ocupado por Belichick, lo que hace que los jugadores de los Halcones Marinos tengan un aliciente más por el qué luchar durante el partido de cara a reivindicar el valor del profesional que los ha llevado a la cima.
Carroll ya ha demostrado que sí estaba preparado para hacer a un equipo campeón y bajo su dirección los Halcones Marinos se han convertido en la franquicia más dominante que hay actualmente en la NFL.
A pesar de no ser una histórica ya tiene asegurado su segundo viaje consecutivo al Súper Bowl, algo que ningún equipo lograba desde que lo hicieron los Patriotas en las temporadas del 2003 y 2004 cuando también revalidaron el título, la misma hazaña deportiva a la que ahora aspiran Seattle.
De hecho, las apuestas de Las Vegas ya dan como favoritos a los Halcones Marinos para el partido del Súper Bowl, y los propios jugadores de los Patriotas reconocen que el gran reto en superar no sólo a un equipo rival en el partido decisivo sino además hacerlo ante los campeones defensores.
Además, los Halcones Marinos, con Carroll al frente y el joven mariscal de campo Rusell Wilson, líder dentro del equipo, tienen muy claro que su único objetivo es formar una nueva dinastía.
La segunda de la NFL que se dé en el Siglo XXI, que les permita unirse a los Patriotas, que tienen el honor de ser la primera, y para conseguirlo nada mejor que ganarlos en el partido más importante del año.