Un pase interceptado al mariscal de los Patriotas, Tom Brady, por el linebacker de Indianápolis DQwell Jackson, puso al descubierto la presunta trampa de la escuadra de Nueva Inglaterra en la final de la Conferencia Americana el domingo pasado, se supo este miércoles.
La NFL continúa con la investigación a los Patriotas de Nueva Inglaterra y poco a poco van saliendo los detalles del ya denominado “Balongate”, que se destapó en pleno partido.
Se jugaba el segundo cuarto del partido ante los Potros cuando Brady buscó al ala cerrada Rob Gronkowski, pero su envío fue interceptado por el linebacker DQwell Jackson. Ahí comenzó la sospecha.
El periódico Newsday citó a una fuente cercana a la investigación y reportó que Jackson tras la intercepción se percató que el ovoide no estaba bien inflado, así que lo informó al gerente del equipamiento de los Colts, a quien le entregó el balón. El gerente de equipamiento se lo comunicó de inmediato al coach de Indianápolis, Chuck Pagano, quien a su vez se lo hizo saber al gerente general del equipo, Ryan Grigson.
Y finalmente Grigson le pasó el reporte al director de operaciones de la NFL, Mike Kensil, quien puso en alerta a los árbitros del partido al medio tiempo. Para entonces los Patriotas ya tenían ventaja de 17-7 en el marcador del partido que al final ganaron por 45-7. Nueva Inglaterra lanzó tres pases de touchdown en el tercer periodo mientras la lluvia caía sobre la grama del Gillette Stadium.
El vicepresidente de operaciones de fútbol de la NFL, Troy Vincent, había comentado que la investigación será completada dentro de dos o tres días, pero no se dio a conocer cuándo se presentarían los resultados de la misma de forma pública.
“El equipo de investigadores se encuentra en Nueva Inglaterra y está entrevistando al personal del equipo”, señaló Vincent. “Como aficionado lo que deseas saber es que todo es igual. La integridad del deporte es muy importante”, agregó.
EL RITUAL DE LOS BALONES
Un balón con menor cantidad de aire posee mayor adherencia y facilidad para atrapar y ser lanzado. La reglas de la NFL estipulan que los balones deben estar inflados de 12.5 a 13.5 libras por pulgada cuadrada y deben de pesar entre 14 y 15 onzas (400 a 425 gramos).
El proceso para que un balón oficial pueda ser empleado en un partido de la NFL es minucioso.
Los balones son inspeccionados por los oficiales de la NFL 2.15 horas antes de que inicie el partido. Los árbitros revisan 12 ovoides por cada equipo y les pintan una marca para indicar que cumplieron con las reglas estipuladas y que están en condiciones óptimas para su uso. Esos balones se le entregan posteriormente al asistente que se encarga de su cuidado.
También hay disponible un segundo lote con seis balones que son empleados específicamente para las patadas, que también son marcados adecuadamente y que permanecen en resguardo de los oficiales todo el tiempo. Estos balones son inflados a una presión diferente a los ovoides de juego.
El manual de operaciones de la NFL estipula lo siguiente:
“Una vez que los balones ya no estén en lo vestidores, a nadie –incluidos los jugadores, encargados del equipamiento, recogebalones y coaches- se le permite alterar los balones de ninguna manera. Si cualquier individuo altera los balones de juego, o si un balón no autorizado es empleado en el partido, la persona responsable, y si es apropiado, el coach o personal del club responsable, serán sujetos a una sanción disciplinaria, incluyendo una multa de 25 mil dólares o más”.
Patriotas podría ser multado con 25 mil dólares o más y podría perder varios “picks” del Draft si es que se determina que se desinflaron los ovoides después de ser revisados por los oficiales.