Larry Hogan, gobernador de Maryland, levantó hoy el estado de emergencia para Baltimore, en tanto que la alcaldesa de la ciudad, Stephanie Rawlings-Blake, pidió al Departamento de Justicia investigar la conducta de la policía local.
Hogan declaró el estado de emergencia la semana pasada a raíz de los disturbios y saqueos detonados en la ciudad tras los funerales del afroamericano Freddy Gray, quien falleció a consecuencia de las lesiones sufridas bajo custodia de la policía de Baltimore.
Unos dos mil elementos de la Guardia Nacional y más de mil policías fueron desplegados en la ciudad para contener los disturbios, que dejaron a cientos de detenidos, un total de 130 policías y bomberos heridos, así como unos 250 comercios saqueados y 150 incendiados.
Hogan estimó que el costo parcial de los disturbios asciende a por lo menos 20 millones de dólares.
Por separado, la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake pidió a la nueva procuradora de Justicia, Loretta Lynch, llevar a cabo una pesquisa federal sobre los “patrones y prácticas” de la policía de Baltimore.
Entre los aspectos que la alcaldesa pidió fueran investigados figuran el uso excesivo de la fuerza, arrestos, detenciones ilegales y actos de hostigamiento.
El Departamento de Justicia confirmó haber recibido la petición de la alcaldesa y sostuvo que está considerando activamente la posibilidad de una investigación federal.