Los Warriors de Golden Satet se proclamaron esta noche como los nuevos monarcas de la NBA al vencer con pizarra final de 105 puntos a 97 a los Cavaliers de Cleveland del gran LeBron James, y así pusieron fin a una sequía de 40 años sin campeonato en el mejor básquetbol del mundo, y de paso frustraron las aspiraciones de los Cavaliers de darle un título a la ciudad.
Los Warriors vinieron de atrás en la swerie y ganaron tres partidos consecutivos para remontar, tras caer en desventaja en la serie 2-1.
Stephen Curry, quien fue el Más Valioso de la temporada regular, y Andre Iguodala encabezaron el balanceador ataque de los Warriors combinándose para 50 puntos. Fue la primera vez que un JMV primerizo gana el trofeo desde el 1999-2000, cuando Shaquille O’Neal y los Lakers derrotaron a los Pacers de Indiana.
Iguodala, que no inició un partido regular en la temporada, fue escogido como el Jugador Más Valioso de las Finales.
Draymond Green compiló un triple doble con 16 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias para los campeones.
Los Cavaliers dominaron en la pintura: sumaron 56 rebotes, 16 más que Golden State, pero entregaron el balón en 16 ocasiones y lanzaron un raquítico 23 por ciento del área de tres puntos. Hicieron una corrida desesperada apoyados en J.R.Smith en los últimos minutos del cuarto parcial, que ganaron 38-32, pero no fue suficiente para alcanzar a los Warriors.
El descalabro opacó una espectacular serie de LeBron James, quien se convirtió en el primer jugador en promediar 36.6 puntos, 12.4 rebotes and 8.8 asistencias por juego en una final. James terminó con 32 puntos, incluyendo 17 rebotes, pero con una rotación de sólo siete jugadores, no recibió mucho apoyo de sus compañeros. Quedó a una asistencia de un triple doble.
Fue el tercer título para la franquicia de los Warriors, y el primero desde la temporada de 1974-75, cuando barrieron en cuatro partidos a los Washington Bullets. Previamente, cuando eran los Philadelphia Warriors ganaron en 1947 y en 1956.