Los Tigres de la UANL cayeron 3-0 contra River Plate, en el Estadio Monumental de Buenos Aires, y se quedaron con el subcampeonato de la Copa Libertadores de América, convirtiéndose en el tercer equipo mexicano en perder la final ante sus pares sudamericanos. Los del Río de la Plata volvieron al trono después de 19 años.
Por los argentinos anotó Lucas Alario al 45´, Carlos Sánchez al 74´ y Ramiro Funes Mori al 78´.
Estos equipos se vieron las caras tres veces en la presente edición del certamen sudamericano, siempre con igualdad en el marcador. Ahora, Millonarios y Felinos tendrían que definir al flamante campeón de la Copa Libertadores.
Tigres no llegó al último tercio del campo, pero al 14, un error del rival permitió que robaran el balón y que Gignac filtrara para Rafael Sobis, quien se la perdió en grande tras intentar un recorte y perder la bola frente al marco.
La lluvia hizo acto de presencia, poniendo más drama a un partido que ya mostraba nerviosismo por parte de ambos conjuntos. Entonces los anfitriones tuvieron la primera y no perdonaron. Al 45´ Leonel Vangioni superó a un rival en media cancha, alzó la vista y mandó un pase a profundidad que Lucas Alario cabeceó con una impecable palomita; el balón ingresó pegado al metal izquierdo ante un Nahuel Guzmán que hizo lucir la jugada con su vuelo.
Con mira a la historia, los mexicanos salieron al complemento para tener el balón en sus pies, aguardando con paciencia aquella jugada que pudiera marcar la diferencia. Los de La Plata arriesgaban al ceder la iniciativa e incluso llevaron el trámite a un terreno hostil, de mucho contacto.
Al 67´, llegó lo que pudo significar el empate felino. Jurgen Damm llegó a línea de fondo, mandó un buen centro y Javier Aquino saltó a destiempo para cabecear, enviando la redonda por arriba de la horizontal. Pasaban los minutos, pero Tigres no se reflejaba en la pizarra.
Las oportunidades no fueron aprovechadas por los norteños, lo que evidentemente pasó factura contra un rival que si supo recoger el fruto de sus acciones. Y también llegó el error de Javier Aquino, pues cometió una infracción dentro del área a los 74 minutos y el uruguayo Carlos Sánchez se ubicó en el manchón de penal para mandarla guardar al sector derecho.
River dictó sentencia con toda la confianza de su lado. Fue en un tiro de esquina al 78´; Ramiro Funes Mori vino de atrás y se levantó para conectar un martillazo que dejó sin reacción a Nahuel Guzmán. Explotaba el Monumental de Núñez, sabedor que La Copa Libertadores se quedaba en Buenos Aires.