El Real Madrid dio un paso de gigante en su objetivo de ganar la Supercopa de España. La eliminatoria se decidirá en el estadio “Santiago Bernabéu”, pero el tanto inicial de Piqué en propia puerta y los golazos de Cristiano Ronaldo y Asensio sirven para asaltar el Camp Nou y dar un golpe de autoridad a su rival.
Los merengues demostraron además su carácter ganador y supieron sobreponerse a todas las adversidades que se encontraron: un inexistente penalti que les indicaron en contra y la injusta expulsión de Cristiano Ronaldo, por doble amarilla.
Sin goles finalizó una igualada primera mitad en la que, pese a que el campeón de Liga se aproximó más al área rival, se contabilizaron pocas ocasiones claras de gol.
Radicalmente cambió el encuentro tras el paso por los vestuarios. Se jugó a un ritmo mucho más alto y apenas transcurridos cinco minutos se adelantó el Real Madrid. Isco controló escorado, entregó el esférico a Marcelo, que le doblaba, y Piqué, en el intento de despejar el centro del brasileño alojó el balón en su portería.
El Barcelona adelantó líneas en busca del empate y el Real Madrid, lejos de recular e intentar guardar la renta obtenida, seguía llegando al área rival. La entrada de Cristiano Ronaldo y Asensio dio más frescura al equipo.
Eran los mejores minutos del conjunto visitante y Busquets pudo empatar tras una serie de rechazos que le dejaron en el 74’ un balón franco en el área pequeña que remató elevado. El tanto local llegó tres minutos más tarde tras un “piscinazo” de Suárez ante Keylor Navas que transformó Messi.
Tocaba volver a empezar pero el tanto local no varió el ofensivo guion de los de Zidane y su insistencia obtuvo el merecido premio en el 80’. El contragolpe fue tan rápido como efectivo. Isco condujo el balón y se lo entregó a Cristiano Ronaldo, que encaró a Piqué, recortó hacia dentro y se inventó un potente derechazo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Ter Stegen. Golazo.
Los blancos volvían a estar por delante, pero dos minutos más tarde se quedaron con diez futbolistas por la injusta expulsión de Cristiano Ronaldo. El portugués vio la primera amarilla en la celebración del gol y la segunda por supuestamente simular un penalti en un lance dentro del área con Umtiti. Esta adversidad no afectó al Real Madrid de su objetivo y ya en el 90 Asensio sorprendió a Ter Stegen con un espectacular zurdazo para sentenciar el encuentro y acercar a los madridistas a su segundo título de la temporada.