Lograr la consistencia en cualquier deporte no es fácil pero el lanzador carmelita Ildefonso Herrera Dzib, a sus 30 años de edad no sólo ha encontrado la madurez sino que en las últimas tres temporadas de la Liga Estatal Campechana de Béisbol tiene la efectividad más baja con un pulcro 0.54 en carreras limpias permitidas.
En las tres últimas campañas el diestro isleño compila 82 innings lanzados con un extraordinario promedio de efectividad de 0.54, con 10 triunfos y 3 reveses, 70 ponches y sólo 15 bases firmadas. Otro dato interesante es que en la dos últimas campañas no ha permitido carrera limpia en 25 episodios.
En la temporada 2014-2015, lanzó 57 entradas y tuvo seis victorias y dos derrotas, con cinco carreras, 55 ponches, cuatro bases, para un promedio de 0.79, y jugó para los Camaroneros de Ciudad del Carmen.
En la Temporada 2015-2016, con los desaparecidos Delfines de la Unacar, trabajó 13 episodios y terminó con récord de 2-0, cero carreras, cinco ponches y dos pasaportes. Tuvo un pulcrísimo 0.00 de carreras limpias.
En el periodo 2016-2017 no hubo temporada de Liga Estatal Campechana. Este año, Herrera juega para los Piratas de Villamadero, con quienes lleva 12 innings de trabajo, 2-1 en ganados y perdidos, no ha permitido anotación, apila 10 chocolates y nueve bases, y de nuevo 0.00 de carreas limpias.
Hoy por hoy, Ildefonso Herrera Dzib y Luis Miguel Jiménez, ambos peloteros de Villamadero, están convertidos en los mejores lanzadores campechanos de los últimos años en la Liga Estatal Campechana.
En su momento el nativo de la Isla de Tris fue prospecto del béisbol mexicano y perteneció a los Rojos del Águila de Veracruz, quienes lo tuvieron en su sistema de sucursales en la Liga Veracruzana por corto tiempo. En la filial del Águila incursionaba como jugador de cuadro.
En sus últimos 10 años se ha desenvuelto en ligas regionales como son la Campechana, Tabasqueña, Veracruzana, Estatal de Chihuahua, Motuleña, donde recientemente se coronó con los Bombarderos de Izamal, entre otras.
Ildefonso combinaba el bateo con el pitcheo, pero sus mejores actuaciones las ha tenido como serpentinero. Sin embargo, se defiende con el madero. El domingo 8 de octubre en Champotón, en extrainnings, en el octavo rollo, entró de emergente y con la pizarra empatada a una carrera, quebró el empate con jit al izquierdo y remolcó dos para que los monarcas Piratas de Villamadero ganaran el primero de un doble compromiso, en la división de éxitos y reveses de ese día.
Su fuerte se ha convertido el renglón del pitcheo. Su promedio de 0.54 en los tres últimos años lo dice todo. Además de jugar beisbol, trabaja en cuestiones petroleras y es por eso que tuvo que desistir de alguna opción de probar con algún equipo de Liga Mexicana.