Pánico y desesperación vivió el alcalde de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar, y varias personas que lo acompañaban cuando inauguraba un mural.
Alrededor de las 3 de la tarde, cuando presidía el evento, se escucharon balazos, por lo que las familias que allí se encontraban comenzaron a gritar y se tiraron al suelo.
El alcalde fue resguardado por sus escoltas del lugar y por fortuna no hubo personas lesionadas.
Más tarde, el edil, vía Facebook, explicó que la situación registrada se debió a que la Marina hizo alto a un automovilista el cual no se detuvo, iniciándose una persecución y tiroteo.
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