A pesar de que e Instituto Estatal del Transporte (IET), aseguró no hay autorización alguna para que los prestadores del servicio de transporte público incrementen sus tarifas, taxistas aplican a su libre albedrío aumentos de 5 a 10 pesos el servicio que brindan.
Dependiendo del lugar a donde el usuario quiera llegar, los operadores deciden cuál será el aumento, el más común de cinco pesos en servicios cuyo costo es de 35, y de 10 pesos cuando consideran “está más lejos”.
No hay reclamo que valga y el argumento para aplicar su criterio se reduce a que los 35 pesos mínimos de una “dejada” hace mucho tiempo dejó de serles redituable.
Aseguran es lo que cobran, aunque no esté autorizado por el Instituto Estatal del Transporte, y sin preguntar nada, simplemente cobran 40 pesos por el servicio, llevando incluso otro pasaje a un punto diferente, o tres pasajeros cuando el máximo autorizado es de dos personas, en el asiento trasero.