Las pruebas aportadas por el Fiscal fueron suficientes para que el Juez Cuarto del Ramo Penal dictara auto de formal prisión en contra de Roberto Sánchez Sosa, como probable responsable del delito de homicidio calificado en materia de inhumación y exhumación, en agravio de quien en vida respondiera al nombre de Carlos Montelongo Mascorro y asentado en el expediente 0401/13-2014/0552.
El miércoles uno de enero del año curso, ante el Ministerio Público de Candelaria, compareció Daniela Montelongo para reportar el extravío de su padre, Carlos Montelongo Mascorro, quien el 30 de diciembre del 2013 salió de su casa situada en la comunidad de Venustiano Carranza, Candelaria, a bordo de una camioneta Pick Up, marca Toyota, color rojo, con placas de circulación CP-03883 del Estado.
Ante el reporte, el representante social inició la Constancia de Hechos CH/001/Candelaria/2014 por extravío de persona; asimismo, el uno de enero del 2014, la camioneta fue encontrada abandonada en un camino de terracería que conduce a un banco de sascab, en el tramo Nuevo Coahuilita-Las Palmitas, de esa jurisdicción, la cual tenía las llaves puestas .
En este contexto, las autoridades continuaron con las investigaciones, que llevaron a la localización de Roberto Sosa, quien en su declaración ministerial manifestó aceptó haber privado de la vida a Carlos Montelongo Mascorro, ya que el antes citado se negó a prestarle dinero, el cual necesitaba para las fiestas de fin de año.
El probable responsable indicó que ante la negativa, planeó privar de la vida a Carlos Montelongo, para ello le ofreció en venta 500 litros de diesel, a 7 pesos el litro, combustible que presuntamente había obtenido mediante negaciones con traileros.
Añadió que la propuesta antes señalada se la planteó al ahora occiso, mismo que aceptó comprar el combustible, que acudieron a verificar juntos y posteriormente se retiraron.
Sin embargo, Roberto Sánchez Sosa fue a su casa, donde se apoderó de una pala, un martillo, un pedazo de hilo y un pedazo de cable, regresando al terreno (lugar de los hechos) para cavar una fosa y cortar una tranca de un árbol, dejándola escondida a la entrada del mismo, y volver a sus actividades.
Es así que el 30 de diciembre del 2013, alrededor de 18:30 horas, Carlos Montelongo Mascorro, a bordo de su camioneta, acudió a una brecha situada en el tramo Nuevo Coahuilita-Las Palmitas, donde fue abordado por Roberto Sánchez Sosa, quien lo condujo hacia un terreno que tenía una reja de acceso que estaba con candado, manifestándole que detuviera su marcha; en tanto que él descendió de la camioneta y con un martillo abrió el candado.
De igual forma, le indicó a la víctima que avanzara unos metros y detuviera su marcha, petición a la que accedió el hoy occiso, quien al llegar al punto de referencia descendió de la camioneta, mientras que Sánchez Sosa caminó y, con el argumento de guardar el martillo en la góndola de la unidad motriz, se apoderó de la tranca de madera y por la espalda sorprendió a golpes a Montelongo Mascorro.
Afirmó que en repetidas ocasiones golpeó en diversas partes del cuerpo a Montelongo Mascorro, lo que provocó que perdiera el equilibrio y cayera al suelo, donde continuó golpeándolo; asimismo arrastró el cuerpo hasta la orilla de la fosa, donde le amarró manos y pies y no conforme con ello le dio de martillazos para posteriormente aventarlo dentro de la excavación (fosa), donde cayó boca abajo y luego lo cubrió con la tierra.
Expresó que le sustrajo a la víctima el teléfono celular y la billetera, apoderándose del dinero que contenía -mil 500 pesos-, mientras que a la camioneta la trasladó a un banco de sascab y se retiró del lugar.
Apuntó que posteriormente se enteró habían encontrado la camioneta, por lo que decidió realizar una llamada telefónica desde el celular de la víctima, fingiendo un secuestro y solicitando cierta cantidad de dinero.
Acto seguido, optó por deshacerse de los objetos (celular y cartera), sin embargo fue descubierto y detenido por las autoridades.
Finalmente, se informa que por tratarse de un delito grave, Roberto Sánchez Sosa no alcanza el beneficio de la libertad bajo caución, por lo que continúa sujeto a proceso en el Centro de Reinserción Social de San Francisco Kobén.