El Mercado Principal “Pedro Sainz de Baranda” lució abarrotado por decenas de campechanos que acudieron a comprar los ingredientes para la preparación del pibipollo así como pan de muerto y dulces para sus altares.
Sin embargo, los comerciantes perciben que hay menos gente que el año pasado, y es que señalan que la economía difícil que padecen las familias ha sido un factor que afectó este año las ventas.
“Nos está yendo mal, las ventas están muy flojas, tuvimos que mantener los precios porque de otra manera la gente no acude a comprar”, manifestó Renato Noh Tamayo, líder de los huacaleritos.
A los que mejor les ha ido son a los vendedores de dulces típicos, quienes reportan buenas ventas, y es que comentan que la gente prefiere lo casero.
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