Nueve años después el América vuelve a disputar un Mundial de Clubes con la firme intención de superar su travesía de 2006. Hace casi una década los Azulcremas visitaron Japón para su primera aventura mundialista, en la que obtuvieron el cuarto lugar, el gran objetivo a superar.
El América, el equipo más laureado de México, llegó a Japón con un objetivo de primer rango, pasar este encuentro y estar entre los cuatro mejores, y otro mucho más ambicioso: convertirse en el primer conjunto de su país en alcanzar la final y levantar el trofeo.
Las Águilas llegan armados con el poder goleador de sus dos hombres de punta, Oribe Peralta y el argentino Darío Benedetto, pero con la frustración también de haber perdido recientemente las semifinales del Torneo Apertura de su país. El antecedente que tienen los azulcrema en la competición ante el campeón asiático es alentador: en 2006 vencieron en esta misma instancia al Jeonbuk Hyundai Motors por 1-0.
El equipo chino tiene argumentos suficientes para creer que no recorrerá un camino similar al de los coreanos. Presentará una mezcla muy interesante y de riesgo para el América: un entrenador ambicioso, motivador e inteligente como el brasileño Luiz Felipe Scolari y jugadores de primer nivel como sus compatriotas Paulinho, Ricardo Goulart y Robinho.
El trébol verdeamarelo llevó a los Tigres del Sur a consagrarse brillantemente en la Liga de Campeones asiática hace apenas tres semanas y la confianza del equipo está por las nubes. En lo que va de 2015 han perdido apenas 5 de los 46 partidos que disputaron.
Similitudes arroja el camino para los de Coapa en busca de las ansiadas Semifinales y de encontrarse con un viejo rival. De superar la prueba el América se enfrentaría, tal y como hace nueve años, al Barcelona en la instancia previa a la Gran Final.
Suerte al Club América que representa a la Liga MX y a todo el futbol de la zona de CONCACAF.