En el centésimo partido de Lionel Messi con Argentina, el equipo del Tata Martino derrotó por la mínima diferencia a Jamaica, 1 gol a 0, tras desperdiciar varias situaciones de gol y terminó como líder del grupo B se medirá en cuartos de final con el segundo mejor tercero de la Copa América.
La Albiceleste, que sumó siete puntos, volverá a jugar el 26 de junio en el estadio Sausalito de Viña del Mar.
Un gol conseguido por Gonzalo Higuaín a los once minutos le dio la ventaja a la selección argentina, que no mereció ni antorcha ni gaviota de plata, los premios que se dan en el festival de la canción de Viña del Mar. Ganó con lo justo frente a un rival de pocos pergaminos.
El compromiso fue un total monólogo de Argentina a la que le faltó explosión para ser letal ante una Jamaica sin respuestas que generó poco peligro en el arco de Sergio Romero. Eliminados del torneo antes del inicio del encuentro, los “Reggae Boyz” llegaron en muy contadas ocasiones.
Argentina esperaba el momento adecuado para abrir un hueco en la defensa. Y la ocasión ideal llegó al minuto 10 en una gran jugada colectiva que culminó Gonzalo “Pipita” Higuaín, que aprovechó una asistencia de Di María, giró en el área chica y envió con la derecha el balón al fondo de la red del portero Dwayne Miller.
En otro ataque, Higuaín, que suplió muy bien a Sergio Agüero, le hizo un ‘sombrerito’ a Miller, pero la pelota se elevó mucho y dio contra el larguero, cuando todos cantaban ya el segundo tanto.
Apenas al minuto 30 se dio la primera aproximación de Jamaica y fue propiciada por la Albiceleste. Ezequiel Garay devolvió el balón a Romero, pero este no pudo contenerlo y en el córner el cabezazo de Wes Morgan se fue por encima.
Pero volvió el liderazgo territorial argentino. Messi remató al arco sin fortuna y Di María en un contraataque en solitario disparó y salvó de milagro en la raya Wes Morgan. En jugadas que parecían calcadas, otra vez Di María con un zurdazo hacía que Miller probara sus reflejos.
A los 52 el horizontal dijo no a Di María y cuatro minutos después Messi intentó ponerla por encima de Miller, que se recuperó y controló.
El compromiso cayó en un letargo y hasta se tornó aburrido por pasajes.