Un sencillo de Chad Pinder remolcó dos carreras que significaron la ventaja en el quinto inning, y los Atléticos de Oakland cortaron 14 años de fracasos en la postemporada, al imponerse 6-4 a los Medias Blancas de Chicago, en el tercer y decisivo duelo de la serie de comodín de la Liga Americana.
Desde luego, prácticamente ninguno de estos jóvenes Atléticos recuerda algunas de las decepcionantes derrotas que el equipo ha sufrido en octubre durante las últimas dos décadas. Pero dos tropiezos recientes han bastado para motivar Oakland.
“No todos han sido parte de eso”, dijo el manager Bob Melvin. “Pero hemos tenido un par de duras derrotas en los últimos dos años”.
Varios boletos costosos expedidos por los relevistas de Chicago ayudaron también a los Atléticos, campeones de la División Oeste de la Liga Americana, que perdieron el primer juego pero ganaron en días consecutivos y avanzaron a la serie divisional, en la que se medirán con los Astros de Houston, sus rivales en el Oeste de la Americana.
Esa serie comienza el lunes en Los Ángeles. El ganador se enfrentará a los Yanquis de Nueva York o a los Rays de Tampa Bay por el boleto a la Serie Mundial.
Sean Murphy bateó un jonrón de dos carreras en el cuarto acto frente a Codi Heuer, para desatar el júbilo entre las esposas y otros familiares que estaban en las suites del nivel superior del graderío.
Los peloteros realizaron un festejo sobrio después del triunfo. No hubo baños con champaña. “Estamos haciendo lo que hicimos todo el año, que es seguir los protocolos”, dijo Melvin, en referencia a las medidas de prevención del contagio de coronavirus.
Oakland puso freno a una racha de nueve derrotas consecutivas en partidos de vida o muerte en playoffs. Esa seguidilla representaba un récord indeseable de las Grandes Ligas que se remontaba a la Serie Mundial de 1973.