Se derrumba el imperio de corrupción que ha construido en la sección 47 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTS) la líder Martha Albores Avendaño al dejar de tener la protección de las autoridades estatales como cuando gobernada el PRI.
Está a punto de desaparecer el control que se ejercía desde la sección sindical en la que Albores traficaba con las plazas de médicos y enfermeras a quienes cobraba varios miles de pesos por una de éstas aprovechándose de la necesidad de los trabajadores de la salud de tener certeza laboral.
A pesar de las constantes denuncias por esta y otras irregularidades como el no entregar cuentas claras del manejo de las cuotas sindicales que representan más de 700 mil pesos quincenales, la voz de los afectados no era escuchada porque desde el gobierno Estatal se protegía a la líder sindical priista.
El contubernio que mantuvo con funcionarios de gobiernos priistas ahora ya no existen con la nueva administración y Martha Albores Avendaño comienza a ver su suerte y dando patadas de ahogado ha señalado diferencias con servidores de la secretaría de salud actual.
Pero todo ello obedece a una sola razón, a la pérdida del poder que hará que la líder del sindicato de salud deje de reinar y pasar por encima de los derechos de los trabajadores utilizando sus recursos para asuntos de su partido al puro estilo del sepultado PRI.