El mexicano Julio César Chávez Junior se negó a seguir el combate la noche de ayer alegando que no podía respirar por una fractura en la nariz provocada por un golpe ilegal y no salió para el sexto round, dándole al estadunidense Daniel Jacobs el triunfo por nocaut técnico.
La afición en el Talking Stick Arena, que se había emocionado porque el hijo del gran campeón mexicano había dado buenas combinaciones sobre Jacobs, mostró su frustración arrojando objetos hacia el ring.
Tanto el mexicano como el estadounidense tuvieron que salir protegidos por los cartones para anunciar los rounds, mientras que las peleas que estaban programadas para después tuvieron que ser canceladas.
Este encuentro estuvo lleno de irregularidades por parte de Chavez, superó una posible suspensión por negarse a realizar una prueba antidopaje, pagando una multa de un millón de dólares. Luego, en el pesaje quedó cinco libras arriba del peso pasado pactado (168 libras), por lo también fue multado.
Luego de un primer round donde Jacobs dominó, Chávez, quien solo había peleado un round desde su derrota con Canelo Álvarez en mayo de 2017, había logrado conectar al estadounidense.
En el quinto round el réferi fue a revisar a Chávez, quien sangraba de su nariz, y éste le dijo que ya no podía seguir, dándole el triunfo a Jacobs y provocando la decepción.
En la pelea preestelar, el mexicano Julio César Rey Martínez dio una espectacular demostración y noqueó al nicaragüense Cristofer Rosales para llevarse el campeonato mosca del Consejo Mundial de Boxeo.