El Manchester United, club donde milita el delantero mexicano Javier “Chicharito” Hernández, confirmó este martes el fichaje por cinco temporadas del internacional argentino Ángel Di María, hasta ahora jugador del Real Madrid, por la cantidad de 59,7 millones de libras (75 millones de euros), una suma récord para el fútbol inglés.
El centrocampista, de 26 años llegó la noche del lunes a Manchester (norte de Inglaterra) y pasó el reconocimiento médico en su nuevo club.
“Estoy absolutamente encantado de incorporarme al Manchester United. He disfrutado mucho mi etapa en España y había muchos clubes interesados en mí, pero el United es el único por el que habría dejado al Real Madrid”, apuntó Di María a la web de los “Diablos rojos”.
El argentino también tuvo elogios para el entrenador del club británico, el holandés Louis van Gaal, de quien subrayó que es “un fantástico entrenador con un historial de éxitos demostrado”.
“Estoy impresionado por la visión y la determinación que tiene todo el mundo para devolver a este club a lo más alto, a donde pertenece”, agregó el argentino.
Por su parte, el entrenador del United, el holandés Van Gaal, señaló a ese portal que Di María “es un centrocampista de clase mundial y, lo más importante, un jugador de equipo”.
“No hay ninguna duda de su inmenso talento natural”, señaló el técnico, que destacó también lo “tremendamente rápido” que es su nueva incorporación a la plantilla.
La cifra acordada entre ambos clubes supera el que era hasta ahora el récord en Inglaterra, los 50 millones de libras (58 millones de euros) pagados en enero de 2011 por el Chelsea al Liverpool por el delantero español Fernando Torres.
En lo que va de Liga, los “Diablos rojos” han empezado la temporada en la Premier League de forma decepcionante, con una derrota y un empate en dos partidos.
Hasta confirmar el fichaje de Di María, el Manchester United ya había desembolsado unos 75 millones de libras (94 millones de euros) para hacerse con los servicios de jugadores como el español Ander Herrera, el argentino Marcos Rojo y el inglés Luke Shaw.