Estados Unidos ganó en la noche del miércoles su sexta Copa Oro de la CONCACAF y se sitúa a un título del primer puesto del palmarés del torneo, que ocupa su gran rival, México. Sorprendentemente, lo hizo sin tener que medirse con el Tri, que cayó ante Jamaica en semifinales.
Bruce Arena, ahora el seleccionador más laureado de la competición, con tres trofeos, empezó su trayectoria alineando a un conjunto en cierto modo experimental, dando valiosos minutos de juego a hombres que carecían de experiencia en grandes citas internacionales.
Después de adjudicarse el Grupo A y obtener la clasificación para las fases eliminatorias, el técnico apostó claramente por la experiencia, y su decisión se reveló acertada.
El capitán, Michael Bradley, autor hace poco de un sensacional gol que ayudó a las Barras y Estrellas a llevarse un punto del Estadio Azteca en la competición preliminar mundialista, contribuyó a solventar los complicados compromisos ante El Salvador y Costa Rica rumbo a la final, en la que esperaban los Reggae Boyz de Jamaica.
En el choque por el título, disputado ante más de 60 mil espectadores en Santa Clara, los norteamericanos se mostraron superiores en cuanto al juego, y obtuvieron la recompensa a su dominio cuando Jozy Altidore peinó un lanzamiento de falta desde casi 30 metros que se introdujo entre los tres palos al filo del descanso.
Sin embargo, a los cinco minutos de la reanudación, Jordan Morris falló en el marcaje y Je-Vaughn Watson materializó el empate al aparecer de repente para rematar por el segundo palo, en un saque de esquina ejecutado por Kemar Lawrence.
Pero Morris, de 22 años y único futbolista estadounidense que actuó en los seis partidos de su selección en el certamen, enmendaría su error en el minuto 88, al marcar desde la entrada del área el gol de la victoria, que supuso su tercera diana del torneo.
“Hay que reconocerle el mérito a Jamaica, nos lo puso muy difícil”, declaró tras el encuentro Morris. “Yo estaba nervioso. Era responsabilidad mía marcar al jugador que hizo el gol. Por suerte más tarde anoté yo otro”.
“Ha podido verse nuestra progresión a medida que transcurría el torneo. Reunir a un grupo de futbolistas que llevaban tiempo sin jugar juntos y hacer que se compenetren siempre entraña dificultades, pero el cuerpo técnico está haciendo un trabajo fantástico, y se vio cómo mejorábamos con cada encuentro”.