El Súper Bowl no sólo es el evento deportivo más visto de Estados Unidos sino que a su alrededor se escriben las más increíbles historias. La siguiente es una de ellas.
Resulta que el balón con el que Seattle ganó el pasado Súper Tazón a Green Bay encierra una historia muy especial alrededor suyo.
El dramático juego entre los Empacadores y los Halcones Marinos se definió con un pase de anotación de Russell Wilson a Jermaine Kearse, quien en su euforia tras cruzar las diagonales lanzó el balón a las gradas.
El codiciado artículo deportivo cayó en manos de Scott Shelton, hombre desempleado y fanático de Seattle, quien además de haber gozado el triunfo de su equipo, salió del estadio con el souvenir más codiciado: el ovoide del pase al Súper Domingo.
Shelton recibió una oferta por parte de un coleccionista de artículos deportivos, quien le ofrecía 20 mil dólares a cambio del ovoide, pero la respuesta fue negativa. No hubo venta.
Sin embargo, esta semana Shelton ha recibido una nueva oferta por el ovoide, ni más ni menos que de un cliente muy especial: el mismo Jermaine Kearse, quien le ofreció el jersey que utilizó en aquel duelo contra Empacadores, además de un casco firmado por todo el equipo, a cambio del famoso ovoide.
Para sorpresa del receptor abierto de los Halcones, Shelton quiere algo más que un jersey y un casco. La única forma en la que se desprenderá de su balón es asistiendo al próximo Súper Tazón. Esa fue la contrapropuesta realizada a Kearse.
“Mi teléfono suena, y fue Jermaine. ¡Jermaine Kearse!, ¿sabes? ¡El hombre!”, narró Shelton, quien agregó: “Él me preguntó qué quería a cambio de la pelota. Y yo dije: ‘Honestamente, sería bueno ir a verlos derrotar a Nueva Inglaterra en el Super Bowl’.
Kearse quedó en hacer lo posible para conseguirle una entrada al partido. Así lo narró Shelton a una estación de radio de Seattle mientras espera una nueva llamada que venga acompañada de buenas noticias y así permitir que esta historia tenga un final feliz.