La duquesa de Cambridge, Kate, fue fotografiada cuando se encontraba en una playa pública en Mustique, rodeada de turistas.
En una de las fotos, se ve a la futura reina británica con un bikini azul, mientras que en la otra foto, se le ve acompañada por el príncipe William, que la rodea con su brazo.
La foto causó revuelo ya que deja al descubierto su incipiente pancita de embarazada de cuatro meses y una espléndida figura.
Un turista fue el que sacó las fotos y las vendió a 150 mil euros a la revista italiana Chi, que las publicó ayer en la portada.
Cabe destacar que estas publicaciones fueron condenadas como “violatorias” por el palacio de Buckingham, reactivando la batalla entre el palacio, los derechos a fotografiar a sus miembros en espacios públicos y las fotografías del embarazo de Kate, que darán que hablar hasta que nazca su bebé real.