Pese a que no podrá festejarlo alzando el galardón del US Open, la española Garbiñe Muguruza alcanzó la cima del top ten y es la nueva reina del tenis mundial a sus 23 años de edad, una meta que tenía en mente la ibérica desde que era una niña, según confesó en sus redes sociales.
Primero llegó la irrupción, los primeros pasos en el profesionalismo, hace cuatro años; luego la primera final de Wimbledon, hermosa y dolorosa experiencia; el curso pasado el primer encumbramiento en un grande, en Roland Garros, y en este saldó la cuenta pendiente en el All England Tennis Club; ahora, como colofón, ser la número uno del mundo pese al traspiés sufrido en Nueva York.
Muguruza cayó en los octavos, pero el resto de aspirantes o bien cedieron antes o no cumplieron con su parte. Caso de Svitolina, apeada de la lucha al no conseguir el desembarco en semifinales, y ayer la checa Karolina Pliskova, cuya premisa era lograr un puesto en la final del Abierto de Estados Unidos.
Sin embargo, perdió contra la estadounidense Coco Vandeweghe (7-6 y 6-3) y por lo tanto habilitó el mandato de la española.
Ha aprovechado Garbiñe la volatilidad del circuito de la WTA para convertirse en la quinta tenista nacional en ascender hasta la cima, la segunda mujer después de Arantxa Sánchez Vicario. Hace 22 años, la catalana la ocupó por primera vez, el 12 de febrero de 1995, y retuvo el poder durante 12 semanas.
Posteriormente vendrían los éxitos de Carlos Moyá (1999, dos semanas), Juan Carlos Ferrero (2003, ocho) y Rafael Nadal (la primera vez, en 2008; lo ha sido 144 semanas).
“Cada vez que soplaba las velas, era mi deseo”
Desde que el 3 de noviembre de 1975 la WTA estableciera el sistema actual de contabilidad para el ranking, 24 jugadoras se pisaron el peldaño más alto. La primera en hacerlo fue la estadounidense Chris Evert y ahora es el turno de Muguruza, que esta temporada ha ganado además del título en Londres el de Cincinnati, y que disputará por tercer año consecutivo la Copa de Maestras en Singapur, del 22 al 29 de octubre.
“Estoy muy contenta de ser la próxima número uno”, expresó Garbiñe. “La verdad es que es un momento muy especial. Siempre sueñas con algo así, pero es una de esas cosas que te guardas para ti. En cada cumpleaños cada vez que soplaba las velas, el deseo siempre era el mismo: ser la mejor. Y ahora ha llegado”, cerró la española, que se enteró rápidamente de su reinado porque se encontraba en su casa de Ginebra, viendo el partido de Pliskova junto a su madre Scarlet y uno de sus hermanos.