La reducción al 35 por ciento de aforo en los gimnasios por el semáforo amarillo obligará a los propietarios a adoptar la modalidad en línea, de lo contrario, nuevamente podrían cerrar, declaró el entrenador y dueño de gimnasio, Claudé Talavera Estrella.
Relató que durante cinco meses cerró las puertas de su gimnasio por la pandemia y fue difícil volver a abrir y dar confianza a sus clientes para que continúen acudiendo, y ahora el reto es que permanezcan, pues el retroceder en el semáforo epidemiológico es un mensaje negativo.
“Tenemos que evolucionar, adaptarnos a la nueva normalidad, para los gimnasios no es tan fácil debido a que usamos en la mayoría de los casos máquinas al cien por ciento, sin embargo, estamos implementando entrenamientos a distancia desde casa, contando con mancuernas básicas, tapetes y muebles que tenemos en el hogar que nos servirán para los ejercicios”.
Admitió que es una prueba de fuego para los dueños de los gimnasios esperando buena respuesta por parte de la clientela, “más ahora que por la pandemia necesitamos mejorar nuestra salud”.