En una Plaza de la República, donde hace 24 años cientos de campechanos vivieron una de las violaciones más graves a sus derechos humanos y de libre manifestación, hoy la gobernadora Layda Sansores San Román indicó que comienza una nueva lucha por Campeche.
De nueva cuenta, ante cientos de ciudadanos procedentes de toda la geografía estatal, a quienes no les importó la inclemencia del tiempo, la elevada temperatura y el sol abrasador que desde temprana hora se hizo sentir, reconoció la entrega incondicional de quienes participaron en la resistencia.
-Aquí se dio la primera revuelta social por la democracia y la libertad en Campeche; y podría decir fue ¡el primer paso de la emancipación de las mujeres de esta tierra! En esos momentos, el Gobierno inquisidor no nos comprendía, era el medioevo de entonces; nos dieron el trato de hechiceras y había que perseguirlas para rostizarlas en la hoguera.
-Vivimos represiones muy duras, como el 19 de octubre cuando la Plaza se llenó de gases, y no podíamos distinguir dónde estaba el frente.
No hubo figuras públicas ni políticas en el estrado… solo algunos representando a los que sufrieron la agresión física nunca antes vista en la entidad, quienes incluso perdieron algún ser querido como consecuencia, como un homenaje a su compromiso y lucha que hoy ve los primeros resultados con su toma de protesta.
Ante ellos, que no olvidan los “toques” eléctricos, la violencia desatada por quien gobernaba en ese momento, que se atrevió a balear el domicilio patriarcal, Sansores San Román afirma: por primera vez en 92 años, llega una mujer “!Que no va a fallarles!”.
-Su lucha quedará como un legado, lo que ustedes han hecho, quedará grabado en piedra; necesitamos ejemplos de perseverancia –afirma- mientras sus invitados especiales, manifiestan categóricos “!Sí se pudo!”, ¡Hay justicia! Fueron 24 años luchando sin pausas, sin perder el ritmo.
-Hoy empieza la lucha por Campeche. Quiero que este Gobierno sea de ustedes.
El llamado al perdón, un perdón que alivia más el alma del que lo otorga que de quien lo recibe.
No solo fue un día de recuerdos y de reencuentros, también fue un día de buenas noticias, de compromisos de los que hace 24 años eran unos niños durante la resistencia y que, hoy, como “sobrinos”, se comprometieron a compartir sus conocimientos, a ayudar a otros menos favorecidos para mejorar su situación; la protesta la rindieron ante la “Tía Layda”.
-No habrá un joven que no estudie, que no trabaje –afirmó- y, en memoria de su hermano, anunció pondrá en marcha el programa “Hermano”, en el que tendrán una importante participación los “sobrinos” y pidió a los que más tienen, salir a “adoptar un hermano” y puedan transmitirles su conocimiento.
-Esta es la hora de la unidad con los que piensan diferente pero también con los que han estado marginados, los olvidados de la vida. Son momentos de esperanza, de luz y de gloria.
-Vamos a cambiar muchas cosas. Hay que romper patrones inútiles, hacer cosas nuevas que nadie ha imaginado –afirmó y agradeció a todos estar en este largo caminar, aprender a contradecir al tirano y a hacer más bella la vida, “que es lo que nos deja esta lucha intensa y que nos parecía eterna.
¡Es un día histórico para Campeche!