El béisbol está de luto. Yogi Berra, miembro del Salón de la Fama, leyenda de los Yanquis de Nueva York, tres veces Jugador Más Valioso de las Grandes Ligas y una figura querida a nivel internacional, murió este martes por la noche a la edad de 90 años.
El anuncio de su fallecimiento se dio a conocer la madrugada del miércoles (hora del Este) a través de la cuenta de Twitter del Museo de Yogi Berra.
Lawrence Peter Berra, su nombre de pila, nació el 12 de mayo de 1925 en San Luis, Missouri y creció en un barrio de inmigrantes italianos, “The Hill”.
Aunque se le recuerda como receptor, una de sus grandes virtudes era la versatilidad, podía defender también las esquinas y jugar en el jardín derecho o el izquierdo; donde era necesario, estaba Berra. Debutó con los Yanquis de Nueva York en 1946 con 21 años y por 18 temporadas fue uno de los Yanquis más celebres; su último año como pelotero activo en las Mayores transcurrió con los Mets.
En tres oportunidades ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, en dos votaciones alcanzó el segundo lugar y en otra la tercera posición entre los mejores de la temporada. Fue invitado 15 veces al Juego de las Estrellas y tiene importantes records de Serie Mundial: más juegos (75), más jits conectados (71) y es el líder en Series Mundiales ganadas con 10 de las 14 en las que participó; además fue el catcher en el único juego perfecto en Serie Mundial, ocurrido en 1956 haciendo batería con Don Larsen.
Yogi Berra también fue conocido a nivel mundial por sus confusiones lingüísticas.
“Aunque lloramos la pérdida de nuestro padre, abuelo y bisabuelo, sabemos que está en paz con Mamá”, dijo la familia de Berra en un comunicado difundido por el museo.
“Celebramos su reseñable vida, y damos gracias por que significara tanto para para tantos. En verdad se le extrañará”.
Bajito y con un rostro amable, Berra fue un yanqui legendario que ayudó a su equipo a llegar a 14 Series Mundiales durante sus 18 temporadas en el Bronx.
Pero su nombre aparece casi tantas veces en el libro Bartlett’s Famous Quotations por sus frases como lo hace en los libros de récords del béisbol.
“No se acaba hasta que se acaba” es una de sus ocho frases incluidas en el texto.
“Cuando me siento a cenar con la familia, simplemente salen cosas. Y ellos dicen ‘Papá, acabas de decir otra’ Y yo no si quiera sé qué narices dije”, insistió el pelotero.
A continuación, una recopilación de algunas de sus frases célebres: “Ese sitio está demasiado lleno, ya no va nadie”; “Cuando llegues a una encrucijada en la carretera, sigue recto”; “Si no sabes dónde vas, es posible que no llegues a ninguna parte”; “Si no puedes imitarle, no le copies”; “Puedes observar muchas cosas solo con mirar”; “El juego no se acaba hasta que se acaba”; “Es un déjà vu que se repite todo el rato”.
Una vez le preguntaron si quería ser enterrado en St. Luis, la ciudad del centro del país, a orillas del Mississippi donde nació, o en Montclair, Nueva Jersey, dónde pasó gran parte de su vida y se convirtió en un icono del deporte. Respondió: “Que me lo pregunten cuando haya llegado el momento”.
Berra jugó para los Yanquis entre 1949 y 1965. Entre sus compañeros estuvieron miembros del Salón de la Fama como Joe DiMaggio, Mickey Mantle y Whitey Ford.
En 1956 consiguió el único juego perfecto en la historia de las Series Mundiales, y después del último out saltó a los brazos del pitcher Don Larsen. El famoso momento fue inmortalizado en fotografías publicadas en diarios de todo el mundo. Descanse en paz.