Tras casi 36 horas de desaparecida, Edimar Jazmín Martínez González, apareció en el Parque de Santa Ana a las 04:00 horas de este jueves, después de haber sido liberada por las personas que privaron de su libertad desde el pasado 16 del mes, cuando se encontraba a las afueras del banco HSBC, ubicado en el Centro de la ciudad.
Jorge Amín Cahuich Canché, esposo de la mujer, relató a los medios de comunicación lo que hasta el momento su pareja no ha logrado decir, debido al estado de shock en el que aún se encuentra.
Como se recordará, el martes pasado, luego de haber ido a cobrar sus productos de Fuller, Edimar Jazmín salió de su casa y caminó por la avenida Obregón, en donde tomó un taxi que la llevó al centro de la ciudad para hacer un depósito en el banco HSBC.
Al bajar del taxi, fue levantada por varios sujetos en un automóvil hasta hoy desconocido. Pasadas las horas, el esposo de la afectada tuvo conocimiento por una compañera de trabajo de su pareja que no había llegado a laborar, por lo que salió en su búsqueda a casa de amigos y familiares, sin éxito.
Alrededor de las 04:00 de horas de este jueves, Cahuich Canché relató que recibió una llamada en su teléfono celular.
“Contesté y se oyó un silencio, luego me dijo amor, y de inmediato le pregunté ¿Dónde estás, no puedes hablar dame una referencia y salgo para allá?”.
La madre de familia respondió que se encontraba en el parque de Santa Ana, por lo que solicitó el apoyo de la Policía.
“Para que se dirigieran al lugar y para que mandaran una unidad a casa de mi suegra por cualquier cosa, para estar seguros, pero nunca se aparecieron”, dijo aún molesto el esposo de la hasta ayer desaparecida.
Una vez rescatada, Edimar Jazmín relató que por la madrugada fue liberada por sus captores en el parque de Santa Ana, y que le comentaron que ya la estaban buscando incuso por las redes sociales por lo que la ponían en libertad, por fortuna, un señor que pasaba por el parque y al verla llorando le prestó una moneda y fue que pudo comunicarse con su esposo para que la fueran a buscar.
“No presentó huellas de violencia, sin embargo si refiere que le vendaron los ojos y lo que sí, es que está muy afectada psicológicamente, pero lo que más rabia nos da es que fuimos de inmediato al Centro de Justicia para la Mujer, en donde nos dijeron que no nos podían ayudar pues ahí solo atendían a mujeres violadas”.