El astro brasileño del Barcelona de la Liga Espñola, Neymar, podría rubricar un gran año si logra vencer en la votación final al favorito, su compañero de equipo, Lio Messi y al portugués Cristiano Ronaldo, en la lucha por el Balón de Oro de 2015.
Corría el año 2007. “Ratatouille” arrasaba en las taquillas alrededor del planeta y Amy Winehouse sonaba en todas las estaciones de radio con su “Rehab”. Boca Juniors había ganado la Copa Libertadores y el AC Milán la Liga de Campeones de la UEFA tras vencer en una trepidante final al Liverpool inglés.
Como cereza del pastel, la gran estrella “rossonera”, Kaká, brillaba en la coronación del equipo italiano en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA y aseguraba, orgulloso, su Balón de Oro de la FIFA en la Gala que se celebraría inmediatamente después en Zúrich.
Tiempos que parecen lejanos. Más aún porque, a partir de entonces, el máximo reconocimiento individual en el mundo del futbol ha sido acaparado por dos nombres: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Y, en todos estos años, Brasil, el país donde el balompié es religión, ni siquiera había podido colocar a uno de sus futbolistas entre los finalistas al galardón… Hasta que apareció Neymar.
El precoz delantero del FC Barcelona ha sabido conquistar al mundo entero con su calidad, y 2015 ha sido el año de su despegue definitivo. Sus 39 anotaciones en 51 partidos fueron fundamentales para que su equipo conquistase el triplete. Luego cayó la Supercopa de Europa y su nombre se coló en la terna final para la Gala de Zúrich.
“Es un jugador fundamental para nosotros”, confiesa nada menos que Andrés Iniesta. “Desde que llegó, hasta hoy, ha crecido muchísimo tanto a nivel individual como a nivel colectivo. A veces parece sorprender con las cosas que hace pero la verdad es que, con el talento que tiene, hace que se vean normales”.
Neymar es, en suma, y en palabras de quienes lo conocen mejor, un jugador completo. Merecedor, sin discusión de un lugar en la Gala de Zúrich, esta vez como uno de los tres mejores futbolistas del planeta, luego de que ya estuviera presente en la tradicional fiesta en tres ocasiones anteriores: como ganador al Premio Puskás al mejor gol de 2011 y como nominado en esa misma categoría en 2012 y 2013.
Parece increíble que el brasileño tenga sólo 23 años. Desde que saltara por primera vez a una cancha, con apenas 17, quedó claro que Neymar era diferente. 14 goles en 48 partidos en su primera temporada con el Santos invitaban a soñar a los aficionados brasileños.