Novak Djokovic está en semifinales de Roland Garros. Lo hizo después de salvar uno de sus días más complicados en esta edición sobre la tierra batida francesa, por la incomodidad de un rival que lo puso en apuros y le arrebató un set por primera vez en el torneo.
El número 1 del Ranking ATP acabó remontando a Pablo Carreño Busta por 4-6, 6-2, 6-3, 6-4, en tres horas y 10 minutos.
De esta forma, el serbio puso rumbo a las semifinales en París por décima vez en su carrera, mientras que la cifra de participaciones entre los cuatro mejores de un torneo de Grand Slam asciende a 38. Únicamente Roger Federer conserva más presencias en semifinales que él (46).
Los atractivos que reunía el partido había acaparado todas las miradas antes de que la pelota se pusiera en marcha este miércoles en la “Philippe Chatrier”. La única derrota que figuraba en el casillero del serbio este curso fue precisamente ante Carreño en la pasada edición del US Open, en un partido que no llegó a completarse.
Además del aroma de revancha, había una plaza en semifinales de Roland Garros en juego.
A pesar de que el balcánico lució un aparatoso vendaje que asomaba en su cuello y partía desde la espalda, se anotó el primer juego con el servicio en blanco. Pero los síntomas de incomodidad se hicieron más visibles en el quinto juego, cuando Djokovic empezó a sufrir con el saque. Con 2-2 y 15/40, un error con la derecha que terminó en la red, concedió el quiebre al español, que se adelantó 4-2.
El principal cabeza de serie en París rescató el terreno perdido, después de devolver el break gracias a una doble falta de Carreño (4-4). Lejos de venirse abajo, el asturiano siguió tirando desde el fondo, moviendo a su rival para esperar una nueva oportunidad. Y llegó rápidamente. En el noveno juego, dos dobles faltas de Djokovic (cometió 16 errores en este parcial) ayudaron a que convirtiese su segundo break (2/3) y ya no perdonó para asegurarse el set (6-4), el primero que el serbio dejó escapar.