El París Saint-Germain logró una clasificación con tintes épicos para los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras empatar 2-2 en el alargue con el Chelsea, en la “vuelta” de los octavos en Londres, pese a jugar casi todo el partido con uno menos.
La expulsión de Zlatan Ibrahimovic en el minuto 31 había complicado mucho el objetivo a los franceses, pero el equipo no se acobardó. Gary Cahill adelantó a los ingleses en el 81 y el brasileño David Luiz forzó en el 86 el tiempo suplementario, donde el Chelsea volvió a adelantarse en el 96, con un penal transformado por el belga Eden Hazard, pero el pase de los parisinos llegó gracias al tanto de otro brasileño, Thiago Silva (114).
El campeón de Francia consiguíó así una merecidísima clasificación para los cuartos de final ante un Chelsea muy decepcionante, que pese a su superioridad numérica nunca pudo ser superior a un rival muy combativo.
Con Ibrahimovic expulsado, el uruguayo Edinson Cavani había tenido que asumir el protagonismo ofensivo y dispuso de una clarísima oportunidad en el 58, que el atacante uruguayo terminó estrellando en el palo, haciendo temblar de paso a la hinchada londinense.
Finalmente los dos goles brasileños paliaron su falta de puntería y el París Saint-Germain pudo además vengarse del equipo que le había eliminado la pasada temporada en esta competición, en aquel caso en los cuartos de final.
El Chelsea, campeón de Europa en 2012, tendrá que centrar ahora sus esfuerzos en la Premier League, donde es líder con cinco puntos de ventaja sobre el Manchester City, que además tiene un partido disputado más.
Los parisinos, segundos en su liga a un punto del líder Lyon, acceden por su parte por tercer año consecutivo a los cuartos de final de la ‘Champions’ y esta vez lo hacen ganándose por derecho propio la etiqueta de serio aspirante al título, por la calidad y motivación mostrada en Stamford Bridge.