El Mercado Principal “Pedro Sainz de Baranda” requiere de mayor seguridad para la gente que viene a adquirir sus insumos; no quiere venir por la pandemia y esto se refleja en las ventas, pero también porque hay jovenzuelos e incluso señoras que roban el bolso de otras compradoras, señaló Marina Collí Uc, vendedora de masa en esa central de abasto.
-Había muchachos que entraban a robar, pero ahora con el uso de cubrebocas es difícil distinguir quién viene a compra y quien viene a robar –señaló.
-Es algo que es incontrolable, y hasta el mejor policía se le va; si hubiera alguien que señalara tal o cual persona roba, sabríamos quien es; el problema es fuerte, hay policías y estamos rodeados de cámaras, pero siguen los robos.
Aseguró con estos equipos se han detectado señoras que sacan la cartera a la señora que está a un lado, pero lo difícil es llegar de inmediato.
-Hay mayor vigilancia policial pero el uso de cubrebocas hace difícil su detención, no se puede precisar quién fue –comentó.