Spencer Tunick, fotógrafo estadounidense, regresó al Mar Muerto después de 10 años en donde realizó una sesión en la que necesitó de 200 personas de entre los 19 a 70 años de edad, en donde les pidió que no usarán vestimenta, sino se cubrieran el cuerpo de pintura de color blanco y se les pidió organizarse y estar en vueltas de pintura blanca, en medio del paisaje desértico.
Se pretendía emular la construcción de una tubería humana que desemboca en el lago. Tunick quiere concientizar al mundo de la preservación de este singular lugar, considerado el punto más bajo del planeta, donde el agua está descendiendo a un ritmo de más de un metro al año..
En el 2011 reunió a más de 2,000 personas, para flotar en la playa de los minerales, la cual dejó de ser accesible; otro proyecto similar se llevó a cabo en 2016.
Este es el tercer y último proyecto de Spencer en el Mar Muerto, realizó estos trabajos para concientizar a las personas sobre los cambios que está teniendo el lugar y su importancia.