La Eurocopa vivió su segunda jornada marcada por la voluntad de jugar al ataque. Suiza hizo valer su condición de favorita frente a Albania (1-0) y comparte ahora con Francia la cabeza del Grupo A. En el Grupo B, los cuatro contendientes ofrecieron asimismo un primer desempeño prometedor. Gales se impuso a Eslovaquia (2-1), mientras que Inglaterra cedió un empate en los instantes finales ante Rusia (1-1).
En su bautismo de fuego en el torneo continental, Albania se quedó con la satisfacción de haberlo dado todo y la frustración de haber dejado pasar una oportunidad magnífica. A los cinco minutos, Fabian Schär aprovechó una mala salida del guardameta Etrit Berisha y un marcaje también defectuoso de Mergim Mavraj para firmar el gol más rápido de Suiza en una Eurocopa.
Casi treinta minutos más tarde, los albaneses perderían a su capitán, Lorik Cana, que recibió una segunda tarjeta amarilla. Las ocasiones se sucedieron luego para ambos conjuntos, en un choque tan abierto como reñido, empezando por el duelo de los hermanos Xhaka, Granit y Taulant, que rebosó energía.
Los dos debutantes en el certamen del Grupo B, Eslovaquia y Gales, tenían prácticamente prohibido perder, y lo dieron todo para llevarse la victoria, antes de medirse con Rusia e Inglaterra. Los galeses no tardaron en poner rumbo a su meta a través de una realización de Gareth Bale, pero Eslovaquia no bajó los brazos y restableció la igualdad en el casillero a la hora de juego, mediante un disparo de Ondrej Duda desde dentro del área.
Con todo, los seguidores galeses habían ganado el duelo de las gradas, y su selección acabó imitándoles al final del partido, gracias al olfato goleador de Hal Robson-Kanu.
La máquina inglesa marcó la pauta desde el saque inicial: estaba bien rodada y decidida a provocar a su adversario. Los rusos optaron por la prudencia, y pudieron contar con un entonado Igor Akinfeev en el primer tiempo para mantenerse a flote.
El arquero ruso volvió a lucir sus reflejos en la segunda parte, pero tuvo que contemplar como un mero espectador el magistral golpe franco ejecutado por Eric Dier. Denis Glushakov esperó al tiempo añadido para dejar a su vez clavado a Joe Hart mediante un remate de cabeza bombeado, y arrebatar así de forma agónica la victoria a unos ingleses que ya esperaban el pitido final.