Unos dicen que tiene 24 horas de nacida, otros que tienen un mes; la realidad es que la pequeña Adriana es una bebé abandonada por su madre quien decidió encomendarla a una pareja que se encontraba escuchando misa en la Catedral de Campeche.
A su corta edad, Adriana ya es compadecida y querida por miles de campechanos que quisieran ofrecerle los cuidados y el amor que todo ser humano merece.
Alrededor de las ocho de la noche de este martes, una mujer encomendó a Adriana a una pareja que escuchaba misa al interior del templo católico, la cual al percatarse que no llegaba la madre, se dirigió a la sacristía y reportó lo sucedido al sacerdote Juan Heliodoro Cantún, quien de inmediato solicitó la presencia de elementos policiacos.
Y aunque sólo se trataba de una pequeña, al lugar llegaron poco más de 20 policías, dicen los curiosos que más para prestar ayuda, llegaron movidos por el morbo.
Curiosos calificaron a la mamá de la pequeña Adriana de inhumana, la realidad es que la bebé además del tierno olor que las caracteriza, tenía perfume y hasta talco; y presuntamente se encontraba recién alimentada ya que en todo el tiempo que estuvo en la Catedral no lloró.
La pequeña fue traslada al Hospital de Especialidades Médicas, donde fue atendida por personal médico y valorada, para luego ser trasladada al Albergue María Palmira, donde estará al resguardo del personal.
La pequeña Adriana mide 46 centímetros, y pesa dos kilogramos con 840 gramos, y según autoridades de Salud, se encuentra en completo estado de salud aunque es intolerante a la lactosa.