No se puede emitir juicio alguno sobre la recién aprobada reforma laboral, para estimar si es buena o mala para el país, aunque es muy diferente a la de 1970 y la de 1980, ésta última que marcó la gran revolución del derecho procesal, aseveró el presidente de la Junta Especial 48 Federal de Conciliación y Arbitraje, Santiago Ortiz Pérez.
En entrevista, Ortiz Pérez confió en que la nueva reforma sirva a los 20 millones de trabajadores y empresarios.
“Sería anticipado hablar de la reforma laboral, todos esperamos que sea una buena ley, que tenga eficacia y si lo tiene es que va dar resultados, pero para saberlo hay que esperar el tiempo que nos va a decir si es positiva o negativa, ante un proceso difícil e indiscutible, donde ha habido posiciones e inconformidades”, expuso.
“Hay que entender que en este país para lograr el desarrollo económico necesitamos que una empresa tenga desarrollo económico y pueda tener éxito, porque si no hay desarrollo económico no vamos a lograr nada los trabajadores, sindicatos y empresarios”, mencionó.
Pero además, consideró que se debe modernizar la relación de trabajo entre obreros y patrones, en equipo y con una capacitación de alta calidad para lograr la productividad.
“Entonces en el marco de una buena ley es impredecible la economía, aunque no podemos asegurar que va a beneficiar o perjudicar porque para empezar no ha entrado en vigor ni se ha promulgado”, encaró.