A pesar de las denuncias públicas sobre las graves irregularidades en la operación del rastro público, que ponen en riesgo la salud de la población, la Comisión para la Prevención de Riesgos Sanitarios del Estado de Campeche (Copriscam), evade toda responsabilidad porque “la operación de los rastros depende de cada Ayuntamiento”.
Luego de varias semanas de insistir en obtener una entrevista con su titular, Santiago Rodríguez Adam, bajo el pretexto de realizar una “gira” por la geografía estatal, de lo que no se ha informado nada, a través de un escrito, aunque el compromiso fue un audio, evadió respuestas a preguntas concretas.
Dijo que en el primer semestre del año se realizaron 8 verificaciones a rastros del Estado, se dan plazos para corregir anomalías y, en el caso de Campeche, en promedio cumple con el 65 por ciento de las condiciones contenidas en el acta de verificación.
De manera sistemática, Rodríguez Adam soslaya cuestionamientos sobre la vigilancia o supervisión que realizan al Rastro Público de Campeche, cómo garantizan el sacrificio correcto, si es adecuado se haga durante el día, pero la carne se guarde en el cuarto frío hasta la noche, cuáles son las condiciones de este lugar, si dejar los cortes a la intemperie no es un riesgo para la salud del consumidor.
Todo ello son quejas públicas de los tablajeros del mercado principal, quienes afirman que el manejo de la carne, dejarla a la intemperie, acelera su proceso de descomposición, e incluso tiene un olor fétido cuando llega a la central de abasto.
Sin embargo, la dependencia dice no haber recibido quejas de los carniceros, pero “se toma nota” para programar una verificación; en el último semestre no se han aplicado sanciones, solo plazos para corregir anomalías que califica de “no graves”.
A pesar del riesgo a la salud de los campechanos, argumenta no es posible vigilar el 100 por ciento de las carnicerías, solo se atienden las denuncias, aunque dice no se ha recibido alguna sobre este giro.