Falta menos de un mes para el inicio de la Copa Mundial Rusia 2018, y las expectativas ya se están acumulando poco a poco. Los 64 partidos que aguardan al mundo ofrecen innumerables oportunidades para que los aficionados puedan soñar con todo tipo de variantes, pero algunos choques en concreto albergan apasionantes tramas secundarias.
Ya sean heridas aún frescas de Brasil 2014, duelos que se produjeron rumbo a la propia fase final o recientes confrontaciones en tierras rusas, algunos encuentros de la fase de liguilla tendrán una chispa más especial si cabe. Uno de ellos podrían servir de desquite para algunas selecciones.
El duelo Alemania-México, correspondiente al Grupo “F”, a disputarse el 17 de junio en el estadio Luzhnikí de Moscú.
Luego de la fiesta de la jornada inaugural tres días antes, el estadio Luzhnikí asistirá a la entrada en juego de una selección mexicana ansiosa por reivindicarse.
A 20 horas por carretera al norte de Sochi, el Tri se estrenará menos de un año después de sufrir un severo correctivo que puso fin a su trayectoria en la Copa FIFA Confederaciones Rusia 2017, al caer por 4-1 en semifinales. Así pues, tendrá muy presente lo ocurrido aquella noche en el estadio Fisht.
“Obviamente no logramos el objetivo de ser campeones, pero creo que nos deja un buen aprendizaje para el Mundial”, dijo entonces Marco Fabián, cuyo sensacional gol del honor en el minuto 89 fue elegido mejor tanto del torneo. “Se cometieron errores, pero fue muy positivo que pudimos jugarle de tú a tú a todos. Nos dejaron fuera algunas distracciones”.
Brasil es el único defensor del título que ha ganado su primer partido en un Mundial en los últimos 20 años. ¿Habrá aprendido México de los errores para deparar ahora a los actuales campeones un debut que no sea de su agrado?